El resurgimiento de Ciudad Juárez

Ciudad Juárez es quizá, la ciudad más menospreciada del país. A través de su historia ha sido víctima del centralismo político. Ni el gobierno estatal, mucho menos el federal, han tendido a bien considerar la importancia estratégica de la anteriormente nombrada Paso del Norte. La riqueza de Ciudad Juárez llega a tales límites que sostiene sobre sus hombros la economía del estado al cual pertenece y por si fuera poco, el comercio de una ciudad localizada al sur del país más poderoso del mundo, El Paso Texas. El estar acostumbrada a ver solo la espalda del gobierno estatal, ha hecho que Ciudad Juárez pierda su identidad como chihuahuense. Se es Juarense o se es chihuahuense, pero nunca ambas. El centralismo federal es tan marcado que Ciudad Juárez es una isla dentro del territorio nacional. Las visitas de los Presidentes mexicanos son esporádicas y vacías. Existe un total desconocimiento de la economía de la ciudad que queda demostrado con el nuevo decreto de importación. No existe otra ciudad en el país con las características de esta. Ni siquiera en las demás ciudades fronterizas del norte de la república mexicana se encuentra tales singularidades.
Hoy enfrenta dos situaciones extraordinariamente terribles: la magra situación económica y la aterradora inseguridad. Ninguna de ellas han sido siquiera, en su planteamiento teórico, acertadas. La creencia de que la economía fronteriza guarda un comportamiento atado a la economía nacional es errónea. Por su perfil y localización, Ciudad Juárez reciente primero que el resto del país, los estragos de la situación económica estadounidense y mundial. En cuanto a la seguridad, Ciudad Juárez esta quizá, simplemente muy lejos del centro del país.
A pesar de estas condiciones devastadoras, esta frontera saldrá, como en otras ocasiones, victoriosa. Cuenta para ello con su mejor capital, su gente, misma que da muestra día con día de humanismo. Así de nuevo, la humilde Ciudad Juárez resurgirá como potencia nacional, así de nuevo, lo hará por si sola.

Christian Gándara